8 consejos de la abuela: superhéroes para padres jóvenes
Ah, ¡las abuelas! Esas mujeres que, armadas con sus bolsos llenos de caramelos y pañuelos, parecen guardar los secretos del "universo" l. El 3 de marzo, con motivo de la celebración de estas extraordinarias damas, echemos un vistazo a su verdadero superpoder: los consejos y trucos de las abuelas, las armas secretas de los jóvenes padres en apuros.
1. L'art of l'conciliar el sueño: ¿has probado a mecer, cantar o llevar a tu bebé en el coche al otro lado de la ciudad a las 3 de la mañana? ¡Basta! Llega la abuela con su técnica infalible: l'usa l'aspiradora. El principio es sencillo: el ruido blanco de l'aspiradora, que evoca el suave murmullo de l'útero, tiene un efecto soporífero en los niños pequeños. Los escépticos pueden sonreír, pero l a eficacia del "zumbido" de l'aspiradora en los bebés ha sido elogiada durante generaciones. Es un ejemplo humorístico de cómo, cuando se trata de criar a los hijos, l'la imaginación y l'el ingenio no tienen límites. Así que cuando los métodos habituales fallan, ¿por qué no intentarlo? Y si no eres del equipo de limpieza, hay toda una serie de aplicaciones que reproducen a la perfección los ruidos blancos y marrones.
2. El milagro de l'lactancia materna: cuando se trata de s'lactancia materna, los consejos de la abuela valen su peso en oro. "¡Come almendras, aumentan la producción de leche!" o "¡Bebe té de hinojo!". ¿Y si el bebé tiene problemas para agarrarse? Que no cunda el pánico, la abuela sacará una bufanda o un fular de su sombrero y te enseñará a convertirlo en un improvisado cabestrillo de lactancia. ¡Aunque desde entonces se han inventado maravillas de comodidad y practicidad, como las prendas de lactancia Milk Away con sus suaves tejidos y sus tiradores invisibles perfectamente colocados!
3. LConsejo antirreflujo: ¿tu pequeño tesoro se convierte en una fuente a la menor gota de leche? Antes de convertir tu salón en una piscina de reflujo, escucha a la abuela. Ella te contará los buenos tiempos en que una cucharada de harina de algarroba en el biberón hacía milagros. "¡Es natural y ayuda a espesar la leche! Se recomienda una consulta pediátrica antes de convertir la cocina en un laboratorio experimental.
4. Mandíbulas... bueno, las mandíbulas del bebé: cuando al bebé le empiezan a salir los dientes, es como si los tiburones hubieran decidido montar una fiesta en su boca. La abuela, armada con su mordedor refrigerado (un truco antiguo pero de oro) o un trozo de pan duro ("¡Es bueno que mastiquen algo sólido!"), acude al rescate.
5. La guerra de los gérmenes: ¡ah, los resfriados! Esos pequeños visitantes inoportunos que siempre eligen el momento menos oportuno para llamar a tu puerta. Pero no te preocupes, las abuelas están ahí, armadas hasta los dientes con sus recetas secretas, listas para luchar contra esos desagradables gérmenes. Para las abuelas, l'cebolla no es sólo una verdura, es una poción mágica. Para preparar este jarabe poco convencional pero sorprendentemente eficaz, cortan una cebolla en daditos, la colocan en un cuenco y la espolvorean generosamente con azúcar (sí, lo sabemos, el azúcar es muy desaconsejable hoy en día, pero en caso de invasión de mocos, todo vale: la guerra es la guerra, ¡el modo de supervivencia está activado!) Se deja reposar la mezcla toda la noche. Al día siguiente, "abracadabra", aparece un jarabe (gracias a la magia de la ósmosis de l). L La cebolla es famosa por sus propiedades antibacterianas y el azúcar ayuda a aliviar la garganta.
6. LAgua anti -hipo: ¡ese intruso improvisado que convierte a nuestros pequeños en pequeños ruidosos rítmicos a su pesar! Que no cunda el pánico, aquí tienes un truco anti-hipo sencillo y divertido, garantizado sin azúcar pero con muchas risas. Imagina la escena: pídele a tu hijo que se convierta en un "explorador del agua" de l, equipado con su cuchara más fiel. ¿Su misión? Tragar diez pequeños sorbos de agua, l'uno tras l'otro, sin respirar entre cada uno. Es un pequeño juego de habilidad que requiere concentración y puede provocar algunas risitas y salpicaduras. Además de quitarte el hipo, disfrutarás de un espectáculo acuático digno de un mini circo.
7. Cataplasma de arcilla para temerarios: los pequeños golpes son las medallas de honor de los jóvenes aventureros. Para tratar estos trofeos de valentía, la abuela utiliza su arcilla verde natural. Hace una pasta mezclando el polvo con l'agua clara y l'y luego la aplica directamente sobre la zona dañada. Pone un paño encima, lo cubre con besos mágicos y espera a que actúe el canto de los ángeles. L La inflamación retrocederá, intimidada por tal valentía.
8. Crema antirojeces para el cul ito: l la dermatitis del pañal, ese azote de las regiones inferiores, no es rival para la poción mágica de la abuela. Armada con caléndula y una cuchara de madera, prepara una eficaz crema antirojeces. Para prepararla, recoge pétalos de caléndula, exprime un poco de aceite de almendras dulces (o de oliva) l y añade un poco de preciosa cera de abejas. Después infusiona la mezcla a fuego lento durante dos horas, la pasa por un colador y añade un poco más de cera de abeja (15 g por cada 100 ml de aceite) antes de terminar fundiendo la mezcla hasta que quede suave. La poción está lista para ser aplicada en territorio hostil, transformando las nalgas más ásperas en piel de bebé de cuento de hadas.
Pero el verdadero truco de la abuela, el que supera a todos los demás, es su inagotable suministro de amor y paciencia. ¿Quién si no respondería a tu llamada desesperada a las dos de la madrugada con un "No te preocupes, cariño, estaré bien. ¿Quieres que vaya a tu casa?".
Así que, este 3 de marzo, brindemos (con té de hinojo, por supuesto) por estas mujeres extraordinarias. Para todos vosotros, padres jóvenes y agotados, recordad: detrás de cada uno de los consejos y trucos de la abuela, hay años de amor, risas y sabiduría. Y quizá, sólo quizá, la clave para sobrevivir a esta maravillosa aventura de la paternidad.
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©Unsplash - Ekaterina Shajarova