6 consejos para que el bebé se duerma cuando hace calor s
Tenerun bebé es un poco como estar en un episodio permanente de "Fort Boyard". l Los retos s se suceden a una velocidad de vértigo, y te encuentras constantemente susurrando encantamientos místicos (axa nanas) con voz de dibujo animado con la esperanza de superar la última prueba del día: acostar a l"enfant merveilleux". Porque seamos sinceros: ¡los queremos más cuando por fin se duermen!
En primer lugar, si eres de los que pensaba que dormir a un bebé sería tan fácil como meter a un koala en un eucalipto, sentimos decirte que estabas muy equivocado. Dormir a un bebé es más parecido a intentar poner un despertador en japonés... con instrucciones en Braille. Un ejercicio que puede sresultar un poco complicado...
Cada noche nos enfrentamos a un complejo ritual. En primer lugar, hay que colocar al bebé en la cama con tanta delicadeza como si se tratara de desactivar una bomba. Luego se empiezan a susurrar canciones de cuna que, l'esperamos, tengan l'el efecto de un hechizo inductor del sueño. "Dodo, l'enfant do, l'enfant dormira vite..." ¿En serio? Porque, entre tú y yo, tenemos la l'impresión de que l'niño resiste bastante bien nuestra magia musical.
Entonces, una vez l'crees que lo has conseguido, que l' s'te alejas de puntillas con el sigilo de un ninja, esquivando a nuestros peores enemigos: puertas que crujen y suelos de madera... l ¡Suena la alarma! Y por alarma, por supuesto, nos referimos a esa pequeña criatura de luz que se despierta gritando como un jugador de fútbol cuyo hombro apenas has rozado l. En este punto, el desafío se parece más a una ronda de "La Voz" en la que tienes que convencer al jurado (también conocido como el bebé) con tu mejor interpretación de "Au clair de la lune" para obtener su aprobación para volver a los brazos de Morfeo.
El doble reto del "verano" en l
Y una vez dominado el ritual de conciliar el sueño... l'¡verano! No te alegres demasiado rápido ... Hace calor, tu bebé está rojo como un tomate maduro y estás convencida de que sería más fácil resolver un cubo de Rubiks en la oscuridad que llegar a l'dormir, porque ni siquiera puedes ver cómo vas a cerrar l'ojo con este calor.
Guía de supervivencia para padres desesperados: ¿cómo dormir a un bebé en plena ola de calor?
1. Enfríe la habitación: ponga el termostato a una temperatura agradable. Fácil de decir, dirás, si tienes la suerte de tener aire acondicionado. Si no, la opción "ventilador" de l puede ser una buena alternativa. Pero ten cuidado. Colócalo de modo que no sople directamente sobre el bebé, de lo contrario tampoco podrás dormir las noches siguientes, pero esta vez por enfermedad.
2. Cierra las persianas y las cortinas: Si tienes problemas para dormir a tu bebé porque su habitación parece más una sauna que otra cosa, plantéate cerrar las cortinas o persianas durante el día para evitar que la temperatura vaya in crescendo. Es un poco como construir una fortaleza, salvo que el monstruo que intentas mantener a raya es el sol.
3. Adapta tu atuendo: no hace falta que le vistas como un esquimal, basta con un simple body de algodón. No olvides que si tú tienes calor en camiseta y pantalón corto, ¡él también lo tendrá!
4. Hidrata a tu pequeño : porque darle una cerveza a tu bebé no es recomendable ni legal, puedes darle el pecho porque, además de l'efecto calmantet Después de una toma, saciarle con leche materna puede darle ganas de nadar. Esa es la magia de la leche materna, que s'se adapta a las necesidades del bebé y contiene mucha agua cuando hace calor. Cuidado: siempre que la mamá s'¡se hidrate mucho también! Un bebé hidratado es un bebé feliz. Y si no vas a dormir... más te vale abrazar a tu pequeño y seguir sonriendo, ¿no crees?
5. Bañar al bebé con agua tibia: No es ninguna broma. Un baño tibio puede ayudar a enfriar al bebé. Y si eso no funciona, al menos tendrás un bebé limpio. En nuestra experiencia, los padres jóvenes tienen que alegrarse por cualquier cosa.
6. Utiliza bolsas de hielo: Puede parecer una locura, pero si el calor es intenso -y estas compresas se utilizan adecuadamente- está claro que pueden salvarte el pellejo. Por supuesto, no hace falta que conviertas la habitación de tu bebé en una nevera gigante. Las compresas pueden colocarse por la habitación, alrededor de la cama o debajo del colchón, pero nunca en contacto directo con el cuerpo del niño. Otra opción es una toallita húmeda, que puede colocarse sobre la frente o el cuerpo del niño, pero tendrás que mantener l'gusano' a la vista en l'ojo para evitar que se lance a una serie de movimientos de capoeira y acabe poniéndosela sobre la nariz y la boca, con el riesgo de s'atragantamiento.
Y si todo lo demás falla, recuerda que no hay nada malo en pedir ayuda a l. Porque, por supuesto, la gran ironía de todo esto es que una vez que has conseguido que el bebé se duerma, estás demasiado despierta y estresada para dormirte tú.
Así que ¡ánimo, queridos padres! Llegará el día en que su pequeño dormirá toda la noche. Y ese día, tú estarás ahí, de pie en la oscuridad, comprobando su respiración cada cinco minutos, porque el silencio te parecerá demasiado sospechoso. ¡Ah, las alegrías de la paternidad!
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Foto: Unsplash - Zelle Duda