Maleta de maternidad: la lista definitiva de imprescindibles
¡Aaah, la famosa maleta del hospital! La maleta de todas las ansiedades irracionales ("¡Cariño, no tenemos el cepillo de pelo! Nunca nos dejarán entrar en la sala de partos), la que hacemos, deshacemos y volvemos a hacer mil veces. La que cambia de un país a otro pero también de un hospital a otro, la que cambiamos hasta el último segundo del último minuto antes de salir de casa para el gran encuentro.
Preparar la maleta del hospital es un paso más para tomar conciencia de que una nueva personita pronto se unirá a la burbuja familiar. Suele ser un momento lleno de emociones: eliges su primera muda. Y estresante; de repente te das cuenta de lo pequeño que es un recién nacido. Pero que no cunda el pánico, todo va a salir bien y aunque es cierto que el bebé se manipula con delicadeza, mira cómo lo examinan las matronas, obviamente no es tan frágil... Así que allá vamos: saca tu lista de tareas y un bolígrafo y ponte manos a la obra.
¿Cuándo hay que hacer la maleta del hospital?
Por supuesto, cuando te apetezca. Es que de verdad, ¿crees que hay un momento bueno o malo? Si no puedes aguantar más después del tercer mes, ¡hazte un favor! No hay que estresarse o frustrarse por una maleta. También puedes decidir empezar después de haber roto aguas... tú decides. Sólo sabemos por experiencia que estás un poco menos concentrada en elegir tu pijama una vez que las contracciones del parto han comenzado. Así que, para evitar cualquier dolor de cabeza innecesario, es aconsejable hacer la maleta del hospital alrededor de la semana 30 de embarazo.
¿Cuáles son los imprescindibles de la maleta del hospital?
Vamos a contarte lo esencial que debes llevar para tu estancia en el hospital, que dura una media de cinco días, aunque haya diferencias de un país a otro. No te mantendremos en suspenso por más tiempo: ¡no, el cepillo de pelo no es uno de ellos!
Para tu bebé
Sus imprescindibles son tus brazos, tu calor y tus pechos si decides dar el pecho. Por lo demás, te aconsejamos que lleves:
- 2 bodies y 1 pijama de la talla 0 (o de recién nacido) por día de estancia en la maternidad. En cuanto a la talla, te aconsejamos que lleves al menos una de cada una en talla 1 mes por si el bebé ha abusado del buffet libre en tu tripa. En cuanto a los bodies, se recomiendan los modelos envolventes que evitan tener que manipular la cabeza y el cuello de un recién nacido, lo que suele hacer sudar mucho a los nuevos padres #entraono?
- 2 gorros ligeros porque los bebés se enfrían rápidamente de la cabeza. Algunos hospitales los proporcionan, otros no. Por regla general, es posible comprar todo tipo de cosas que se echan de menos en la maternidad. Lo único que hay que saber es que los precios que se cobran suelen ser equivalentes a los de una farmacia de guardia. Estáis avisadas.
- un gorro de exterior, un pijama, un saco de dormir y una manta para la salida. También puedes proporcionarle una muda especial, aunque nadie se lo tendrá en cuenta si sale del hospital en pijama.
- Calcetines y manoplas de nacimiento para mantenerle caliente pero también para evitar que se arañe con sus nuevas pero afiladas uñas.
- una toalla y un jabón suave lo más natural posible. También hay capas de baño para bebés (que son unos trocitos de tela muy bonitos, a menudo decorados con una capucha a la que se suelen poner orejas de conejo, oso o gato) pero, lógicamente, también estará seco si lo envuelves en una toalla normal.
- dos o tres tetras, también conocidos de forma mucho más poética como pañales de gasa de algodón por nuestros amigos des azul-blanco-rojo (os queremos, pero ¿por qué complicar las cosas cuando se pueden hacer sencillas?)
- un termómetro con una punta suave. Es importante que sea suave porque esta punta evita lastimar el ano del bebé al tomar la temperatura (un bebé no se queda quieto). El mismo termómetro puede utilizarse también para medir la temperatura del agua del baño.
- un montón de pañales de la talla 1 (casi 10 al día), toallitas (prácticas, sin duda, pero no muy buenas para la "ecología" de l) o linimento (un producto natural ancestral a base de 50% de aceite de oliva y 50% de agua de cal) con guantes o absorbentes para cambiar pañales (me encanta la marca Tendance d'Emma en Bambú) y una crema para pañales.
- dos chupetes, si queréis usarlos. Te aconsejamos que elijas diferentes marcas, texturas y formas porque, en cuanto tu bebé salga del vientre, probablemente ya tendrá sus propias preferencias.
Para mamá
Te aconsejamos que separes tus cosas para el parto (en una pequeña bolsa aparte) de las de la maternidad.
En la bolsa para la sala de partos, te aconsejamos;
- tus documentos de identidad y tu expediente de embarazo.
- tu plan de parto, si lo tienes.
- un aceite para el perineo para evitar, en la medida de lo posible, cualquier desastre interestelar (personalmente, opté por l'Lansinoh aceite de masaje para el perineo)
- tu neceser.
- una toalla de ducha.
- ropa cómoda y holgada para el parto. Hay quienes se sienten cómodos completamente desnudas y quienes prefieren evitarlo. Para esto último, recomendamos un camisón abotonado de arriba a abajo. Se abre la parte inferior durante el parto y luego se libera la parte superior durante la primera lactancia si se elige esta opción. Evita los materiales demasiado calientes, ya que en las salas de maternidad hace mucho calor. Elige ropa de tirantes o de manga corta y llévate una rebeca por si acaso.
- Ropa interior de lactancia para la comida de bienvenida
- una luz suave, como una luz de noche o luces de Navidad (efecto acogedor garantizado)
- Un tentempié, una bebida dulce y l'agua.
- Para el bebé: un body de las tallas recién nacido y 1 mes, un pijama de estas dos tallas y una manta.
- Para los que les gusta oler, su difusor de aceites esenciales y para los que les gusta relajarse (o desconectar) con música, un altavoz y su lista de reproducción.
- zapatillas u otras clapetas fáciles de calzar para que puedas moverte con estilo por l.
Una vez que estés en tu habitación de maternidad, necesitarás:
- Ropa cómoda con costuras elásticas, especialmente alrededor de la cintura y el vientre (¡incluida la ropa interior!). También puedes seguir llevando tu ropa de maternidad. Es muy importante que te sientas cómodo. La mayoría de las mujeres optan por trajes de pijama o jogging. Hemos creado la ropa ideal para el hogar de MUM, SWEET MUM. Sinceramente, ¡no hay nada mejor que esto! Tómatelo con calma. Acaba de lograr una hazaña increíble, dale tiempo para recuperarse, desinflarse y planea llevar ropa de una talla más que tu talla anterior al embarazo.
- ropa de lactancia con estilo. No esperes a estar de vuelta en casa para adoptar conjuntos que se adapten a tu nuevo estilo de vida. ¿Por qué perder la oportunidad de sentirse bien, de tener un buen aspecto y de lucir con estilo poniéndose enseguida ropa práctica y a la moda? Si has elegido la lactancia materna, la aventura comenzará a las pocas horas de dar a luz. Y dado que la lactancia es larga y frecuente durante los primeros días en la maternidad y que las visitas del personal de enfermería y de los amigos y familiares se suceden, lo mejor es vestirse bien y planificar conjuntos bien pensados para no tener que ir desvistiéndose en público. ¿En cuanto a los mejores modelos? Tienes mucho donde elegir: visita la tienda electrónica Milk Away.
- aún vinculado a l'lactancia materna, llevar ropa interior de lactancia, una almohada de lactancia (sí, es un poco engorroso, pero es realmente útil), almohadillas de lactancia (lavables o desechables) para el alivio y un bálsamo o crema para los pezones a base de lanolina.
- un par de calcetines calientes.
- una manta caliente (en invierno) y tu propia almohada (es bueno tenerla).
- un secador de pelo si este aparato es un imprescindible para ti.
- toallas sanitarias. No te compliques y ve directamente a por los más gruesos y largos que encuentres. Incluso hay #happypants! La realidad del posparto es que perderás sangre durante varios días, incluso semanas, y esto es perfectamente normal. Porque sí, por suerte, el glamour no se detiene en la puerta del paritorio. Más adelante se hablará de ello. #staytuned
- Bragas de algodón y/o desechables.
- Varias franelas.
- Tu bolsa para la sala de partos en la que encontrarás tu neceser de viaje con todas las necesidades dehigiene y belleza según tus deseos de coquetería. Si es posible, lleve un minijabón y un champú, ya que no siempre se proporcionan estos productos. Y una toalla de ducha (toalla = toalla).
- Por experiencia, también te aconsejamos que dejes al menos una sábana en el coche para deslizarla discretamente bajo tus nalgas, porque si rompes aguas de camino a la maternidad corres el riesgo de convertir tu coche en una piscina móvil...
"Cuando Douglas decidió nacer a las 36 semanas y 3 días, todo estaba listo. A partir de las 29 semanas y 4 días, John, mi marido, me preguntaba cada día si mi maleta estaba lista y cerrada = #papaorganizado. Confiaba en que todo pasaría muy rápido, ya que todas las mujeres de la familia daban a luz muy rápido. Así que tenemos que creer que tenía un don para el timing. Con el estrés de ir a la maternidad y, hay que reconocerlo, por lo voluminoso de ciertos accesorios como el cojín de lactancia, John se olvidó por completo de la bolsa del bebé... #indadwetrust? Cuando llegué a la sala de maternidad de Salzburgo, me sorprendió mucho recibir prestado todo lo que necesitaba para el bebé. Bodies, pijamas, pañales para Douglas (¡y para mí!), toallas de baño, una manta, un camisón, una almohada de lactancia, todo un lujo. Y sé que esto no es así en todos los hospitales, así que me quito el sombrero ante este hospital que nos atendió a los tres. Mi maleta seguía siendo muy útil y, por lo que a mí respecta, había añadido algunos elementos no esenciales pero muy agradables de tener según yo, a saber: una botella de agua termal reutilizable que estaba a mi lado las 24h porque cuando estás amamantando, tienes mucha sed. Bajo el consejo de una amiga, también me llevé una luz nocturna para amamantar por la noche sin tener que encender las luces de neón de toda la habitación, un bálsamo labial casero hecho por mi cuñada, un aceite nutritivo usado durante el embarazopara seguir cuidando mis pechos con la subida de la leche y la desinflamación de la tripa. Finalmente, para la vuelta a casa, había planeado un bonito conjunto para salir, pero consciente del cambio que había sufrido mi cuerpo, finalmente opté por unos vaqueros de maternidad que seguí llevando durante las siguientes semanas." Aurélie, Mamá Milk Away.
Para papá
Al estilo city-trip:
- la cartera. Esto es importante porque, con la emoción del momento, puede salir de casa sin él y esto puede complicar ligeramente los trámites administrativos una vez que esté allí.
- un neceser con todo lo necesario para oler bien de pies a cabeza.
- pijamas. Imprescindible, aunque prefieras dormir con tu ropa de Adán. Lo más probable es que tu hijo quiera que lo atiendas para cambiarlo, darle el biberón o ayudar con el pecho en mitad de la noche, y que la ayuda o los consejos de las matronas sean de agradecer.
- un par de calcetines o chanclas o zapatillas para pasearse por la sala de parto y luego por los pasillos.
- ropa cómoda y elegante (cómoda y no demasiado caliente, ya que las salas de maternidad están sobrecalentadas). Tenemos la sugerencia perfecta: la sudadera de algodón orgánico "In Dad We Trust" de Milk Away.
- Se le encomienda la tarea de llevar cargadores de teléfonos, tabletas y cámaras.
- Si pensáis leer libros, ver series de televisión o escuchar música, deja que se encargue de la logística de estas actividades.
- También se encargará de la bolsa de supervivencia que contiene snacks y bebidas. Sí, se te proporcionará sustento durante tu estancia en la maternidad, pero si tu maravilla decide iniciar su descenso a última hora de la tarde y te entra el gusanillo (al fin y al cabo vas a hacer un esfuerzo maratoniano, así que las ganas de comer y beber parecen más que probables) en mitad de la noche, la cafetería estará cerrada. Céntrate en las bebidas dulces y energéticas y en los tentempiés que son rápidos y fáciles de comer y digerir. No es el momento de improvisar una fondue... Pensamos en lo práctico y recomendamos encarecidamente las botellas con tapones deportivos para no inundar el escote si tienes que beber tumbada. Hablamos por experiencia...
- otra gran misión: ¡CHAMPÁN! Para ti que has trabajado mucho (se permite una copita incluso cuando se amamanta) y también para tus visitantes que se quedan asombrados con el niño divino.
- Y sin olvidar el maxi-cosy y el resto del equipamiento necesario para llevar al bebé de la habitación al coche y de vuelta a su dulce hogar con total seguridad.
¿Y si no tienes nada preparado? Coge lo que puedas y ve a por ello. Lo más importante es tener un parto seguro, no que el pijama esté planchado y doblado perfectamente en el fondo de la bolsa. De todos modos, suele haber farmacias en los alrededores de los hospitales y bonitas tiendas de regalos donde se puede encontrar lo esencial y, si no, papá siempre puede hacer un viaje rápido a casa.
Y, sobre todo, ¡conduce con seguridad! Inspira y expira, una de las experiencias más hermosas de tu vida está a punto de suceder.
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